A ESAS MUJERES, A MIS HEROÍNAS

Qué curioso me resultó que, cuando fui a buscar en Google “mujeres heroínas”, las primeras páginas me llevaron a las súper heroínas de la gran pantalla, tanto de las películas actuales como de los cómics más clásicos. Mi decepción se debió a que esperaba encontrar a la famosa Juana de Arco, por ejemplo, o la antigua Hipatia, mujeres reales que fueron significativas en momentos de la historia, así que nada más lejos de la realidad el resultado de la búsqueda. Me hubiese conformado con Madame Curie, Virgina Woolf o Clara Campoamor, pero reconozco que para llegar a ellas tuve que darle al ratón y bajar a posiciones inferiores.

Y todo este vino a cuento por el encabezado de un cartel que anuncia unas jornadas reivindicativas del “Día Internacional de la Mujer “ cuyo título es: Todas tenemos una heroína a la que admiramos. Pues tengo que decir que no, que no me siento identificada con esa afirmación porque, sinceramente, esa expresión se me queda corta: no tengo una heroína a la que admiro, tengo admiración por muchas mujeres.

Y te puedes preguntar: ¿a tanta gente famosa conoce esta mujer como para admirar a muchas? Pues quizá estás poniendo el listón muy alto, pero desde mi opinión, no hace falta que esa persona admirable salga en la prensa, le den un premio especial o descubra algo realmente relevante. A un acto sencillo en la vida, sólo le hace falta tu mirada de admiración para que puedas ver la heroicidad que está detrás de cada una. Échale un ojo a la historia de estas mujeres que la sociedad las llamaría “del montón”:

“no tengo una heroína a la que admiro, tengo admiración por muchas mujeres”

  • Jéssica: mujer que, tras una ruptura profundamente dolorosa, se atrevió a salir de su entorno y empezar desde cero en otro lugar alejado de lo que fue su vida de pareja, dejando tras de sí a su familia, a sus amigos, su trabajo para construir algo nuevo y sobrevivir, que no fue fácil
  • Hilda: esa mujer empática que afrontó una separación que la llevó a ser una madre “casi sola”, que vivió todas las frustraciones de su hija como si fueran propias acompañándola en el proceso y todavía es una persona agradecida, cosa que no es fácil
  • Penélope: pequeña gran mujer de corazón sensible, de sonrisa delicada, de mirada tierna y que en un momento de su vida necesitó decidir “no ser madre” para elegirse ella, una decisión valiente y poco fácil
  • Elvira: mujer que eligió ser madre a sabiendas que podía perder a su pareja cuando se quedara embarazada y aún así lo hizo, teniendo que cambiar su hogar, su estabilidad, su entorno para comenzar una nueva aventura de la mano de su hijo a sabiendas de que no sería fácil
  • Cassandra: esa mujer madura que a “su edad”, como le decían muchas personas, decidió formarse para trabajar en la profesión que siempre había soñado, a pesar del poco ánimo recibido de su entorno y aunque no fuera tan fácil como 30 años atrás

 “sólo hace falta tu mirada para que puedas ver la heroicidad que está detrás de cada una”

Estos son pocos de los muchos ejemplos de vidas de mujeres sencillas que habitan en una sociedad que nos empuja a ser cada vez más competitivas, a tratar de ser “casi perfectas” en cada labor que emprendemos, a ejercer nuestros roles siendo buena en cada uno de ellos, a estar a la última en la moda y, además, tener siempre buen aspecto. Todo esto gira en torno a una vida externa en la que todas las personas somos valoradas y juzgadas desde todos los puntos que nos rodean: nuestra familia, las redes sociales, los medios de comunicación…¿Y quién es capaz de pararse un momento para bajarse del carro de tanta exigencia?

Son tan altos los estándares de calidad exigibles a la mujer de hoy, que se nos escapan esas decisiones, esos pasos, esos actos valientes que son la base de nuestra sociedad, que nos hacen más humanos, le ponen valor a las relaciones y expresan nuestra esencia. Toda persona tiene un gran valor y cada mujer lleva una heroína dentro, sólo se trata de poner en valor las cuestiones importantes, porque lo son, y darle la dimensión que se merece.

Así que, en el día Internacional de la Mujer, le brindo una mirada de admiración a esas mujeres, a mis heroínas, y te animo a que lo hagas con todas las mujeres de tu entorno para que encuentres a esa heroína que cada una llevamos dentro. ¿Te animas?

EN POCAS PALABRAS, ¿QUÉ ES EL AMOR PARA TI?

Definir la palabra AMOR en pocas palabras puede llegar a ser una misión imposible. Cuando hice esta pregunta en el chat de mi familia y en el de mis “empoderadas amigas”, surgieron respuestas como estas:

DE ACCIÓN

  • Dar desinteresadamente (sin esperar nada a cambio), alegrarse por la felicidad del ser amado, “estar ahí” siempre, cuidar, apoyar los proyectos, acompañar, respetar, saber irse, saber amar, permitir que te amen, perdonar sin resentimiento, sentir que te falta algo si no está el ser amado, sentirse querido y arropado por los seres que nos rodean, etc.

SUSTANTIVAS

  • Responsabilidad afectiva, el motor de la vida, todo, una fuerza creadora universal, algo que nos cambia la vida, lo que nos facilita comprender a la otra persona, un sentimiento descontrolado y loco que a la vez te hace sentir completo y en paz, esa pastilla que te hace ser mejor persona y más completo contigo mismo, el que mueve el mundo, el gran motivo de la felicidad, un profundo afecto y conexión emocional entre personas, etc.

INTERROGATIVAS

  • Sin amar, ¿qué sentido tiene?

NEGATIVAS

  • No es solo el de tu pareja

Preciosas respuestas, ¿verdad? Bonitas a la par que dispares, ya que permite una amplia variedad de definiciones por eso de ser un concepto totalmente abstracto y su definición es en esencia subjetiva. Lo que sí es cierto es que, comercialmente, el concepto de amor se ha aprovechado bastante según las épocas. De hecho, cuando era pequeña, recuerdo la campaña de las medallas del Día de la Madre sobre el amor de ellas: “dar mucho, pedir poco”. En los años posteriores sólo recuerdo la celebración del Día de San Valentín versus “Día de los Enamorados” y, en los últimos tiempos, se ha ampliado popularmente el concepto a “Día del Amor y la Amistad”, cosa que me produce una gran alegría.

Y el motivo de esa alegría es que hemos ampliado el campo de influencia del amor a una dimensión más amplia que en los años anteriores. En nuestra sociedad teníamos un concepto muy sesgado sobre el amor (bastante pequeñito diría yo), ya que nos referíamos a él principalmente cuando se trataba de padres a descendencia o entre las parejas. En el primer concepto lo puedo entender y lo veo bastante significativo, pero en materia de pareja, ya me cuesta más. ¿Y sabes el motivo? Pues la pura observación del comportamiento humano que nos coloca en una posición “poco amorosa” supuestamente donde el amor habitó. ¿A cuántas parejas conocemos que se unen muy enamoradas y, cuando finaliza la relación o surge cualquier motivo que rompe la misma, lo que antes era la maravilla más absoluta, en poco tiempo se convierte en una batalla campal por custodias (de personas y mascotas), propiedades, posición o quién sabe qué?

Es precisamente eso lo que me hace perder la fe en que tengamos totalmente integrado la ESENCIA DEL AMOR. Porque sí, podemos abordarlo como un concepto cuando tratamos de definir lo indefinible, pero la mente, la que se pone en marcha cuando toca elegir palabras para explicar lo abstracto, se quedará corta para una envergadura tan grande que es un SENTIR interno. Me cuesta mucho asumir que donde hubo amor en cualquiera de sus variantes (hacia la pareja, los hijos, la familia, los amigos, los demás, etc.), de repente haya una ausencia total del mismo (o eso parece) que provoca una serie de reacciones en muchos casos poco deseables.

Posiblemente el silencio pueda hacer mejor ese trabajo, ya que una mirada, una sonrisa, un pensamiento, un suspiro, una caricia, etc. puede tocar mucho mejor la ESENCIA DEL AMOR. Desde mi observación, para que el AMOR se pueda expresar en todo su esplendor, debe haber una gran  AUTOESTIMA (Amor a mí) bien construida y enraizada, de manera que cuando surja alguna modificación en la naturaleza de cualquiera de mis relaciones,  no respondamos con nuestra parte más vil y mundana como vemos una y otra vez en los lugares donde el amor (supuestamente) habitó.

El AMOR, el insondable AMOR, el omniabarcante AMOR que es la ESENCIA PURA de cada uno de nosotros mismos, de nosotras mismas, para que pueda ser expresada su potencialidad, precisa de un canal (que somos cada quien) puro, desinteresado, confiado y totalmente altruista, que permitirá que surja su expresión natural más poderosa y brille con luz propia.

¿Te apetece ser el canal de ese AMOR? Empieza por elegirte a ti, por hacer lo que sueñas, por elegir las personas “vitaminas”, por formarte en eso que te gusta (si te podemos acompañar, genial), por escuchar tu corazón. Ama, ámate, vive.

A.M.O.

¿CUÁL ES TU PROPÓSITO?

Cada mes de enero, buena parte de la población se plantea los buenos propósitos del año, con la confianza de poder alcanzarlos y, en otros casos, de instalar en su rutina, un hábito de vida más saludable que el año anterior. Es un buen momento para la reflexión personal, ya que aprovechamos para hacer una revisión en nuestra vida respecto a cómo vivimos, cómo nos comportamos, qué grado de satisfacción tenemos con nuestro cuerpo y qué nos gustaría cambiar para sentirnos mejor. Estas cosas y mucho más.

Enero en un buen mes para comenzar esos propósitos que, una y otra vez, salen a relucir en las conversaciones de familias, amistades, grupos de actividades, alumnado, etc. Las que se escuchan más a menudo son las siguientes:

  • Hacer un curso o formarme para cambiar de profesión: la mayoría de nuestro entorno ha integrado que no es necesario estar en edad escolar para aprender algo nuevo. Hemos ampliado las opciones de formación más allá de la jubilación y la posibilidad de cambiar un trabajo poco motivador por el sueño de mi vida, sin importarme la edad que tenga. Estética, Maquillaje, Mantenimiento, Cocina, Quiromasaje, Auxiliar de Veterinaria, Corte de Caballero, Peluquería Canina, etc. formaciones que, no sólo nos permiten acceder al campo laboral, sino que nos dan respuesta a nuestra curiosidad y podemos aplicarlos en nuestro día a día, enriqueciéndonos como seres humanos.

 ¿Qué curso eliges tú?

 

  • Cuidar nuestra alimentación: estamos descartando las viejas palabras como régimen (que suena muy restrictivo) y dieta (que conlleva privación de algo), para incorporar el cuidado de nuestro organismo. Ya no es importante sólo la parte externa como es el exceso de peso (que lo es), sino que buscamos más calidad en lo que ingerimos, esos famosos nutrientes o “real food” que nos alejan de los procesados para elegir “echarle gasolina” de la buena a la máquina con la que nacimos y nos movemos en el día a día. Nos vamos dando cuenta de que, a expensas de que podamos heredar determinadas tendencias en nuestro cuerpo, al final, cada quien es responsable de su cuidado. Es muy popular eso de que “Somos lo que comemos” y, además, con evidencias científicas.

¿Cómo te alimentas tú?

 

  • Comenzar o retomar el ejercicio: por suerte, aquellas pocas alternativas de hacer alguna actividad en el gimnasio que era mantenimiento, aerobic o la sala de pesas, se han multiplicado y nos dan una gran variedad de opciones para que elijamos aquella que nos motive más y que nos permita tener más continuidad para no abandonarla con la mínima excusa. Crossfit, Paleo, Aquagym, Yoga, Pilates, Spinning, Bodycombat, Bodypump, GAP, escuela de espalda, etc. Incluso, quedar con la vecina para caminar, es una gran opción para realizar ejercicio físico.

¿Qué ejercicio practicas tú?

 

  • Revisiones médicas y cuidados varios: también es un buen momento para planificar las revisiones anuales recomendadas que no se contemplan en el “cuidado de la salud” que nos realiza la empresa (a los que trabajamos, claro) o que insisten los expertos que son básicas para la prevención de posibles enfermedades, por supuesto, necesitando más variedad los que pasamos de la mediana edad: visitas ginecológicas o de urología, prevención de determinados cánceres, higiene dental, revisiones de la vista, etc.

¿A quién necesitas visitar este año?

 

  • Atención a nuestra salud mental: la realización de relajaciones, meditaciones, la práctica del mindfulness, para el bien de nuestra sociedad, se ha popularizado y, gracias a la era digital, accedemos a muchos recursos que podemos llevar a nuestro hogar para potenciar esos momentos de PARAR-RESPIRAR-RELAJAR que tanto necesitamos por causa de nuestras vidas aceleradas. Prestarle atención al momento presente, es un ejercicio de entrenamiento mental tan necesario como el que hago con mi cuerpo.

¿Qué prácticas eliges para cuidar tu mente?

 

Y para concluir, los expertos dicen que una vida con propósito tiene más sentido que cuando no tienes miras a medio o largo plazo, así que, ¿cuál es el sentido a tu vida?

La maternidad: una profesión en desuso

Según cuentas los expertos, en nuestra “vieja Europa” está descendiendo la natalidad a pasos agigantados. Cada vez nos dan más alertas del peligro que supone la descendencia de los nacimientos y publican estadísticas algo frías de cómo estarán de envejecidos los países en unos 50 años, además de lo que va a repercutir en el pago de las pensiones porque seremos muchos mayores (si llegamos) y más bien pocos jóvenes.

Y digo yo que esto está ocurriendo porque le hemos perdido el cariño a la profesión de ser madre, es una categoría que ha ido reduciendo su valor y no somos del todo consciente del papel que juega en la sociedad.

Yo tengo una teoría: si por cada persona que existe traemos una nueva al mundo, cada pareja tendría 2 hijos y, siguiendo mi teoría, por lo menos aportamos cada quien alguien que pague nuestra propia pensión. Pero los números no cuadran cuando, de repente, alguien decide no tener hijos, ¿verdad? Y no van a entender que como yo hice el esfuerzo de criar, mantener, cuidar y preparar a estas personas para afrontar el mundo, lo que ellos aporten a la sociedad, será para las pensiones de todo aquel que lo requiera en ese momento. Se entiende que necesitamos 2 personas para crear 1 nueva personita (o a veces ni eso), pero justamente cuando tenemos sólo 1 hijo por pareja, pues pasamos a aportar a la sociedad media personita por habitante.

Y para colmo, nos topamos con muchas parejas nuevas que ni siquiera se plantean ser padres, lo cual nos rompe totalmente la estadística y nos vamos alejando de lo que precisa nuestra querida sociedad. Ya no contamos con las personas que han decidido no estar en pareja que nos aleja de ese dato que comentamos anteriormente de que nos hacen falta 2 para crear 1.

¿Qué le pasa a la profesión de ser madre? ¿Está pasando sólo una pequeña crisis o es algo que está en desuso? Yo diría que estamos perdiendo la vocación de entrega total, del espíritu de sacrificio, de la ilusión por crianza, de la confianza en vida, de esa predisposición a cuidar de otro ser humano para que mañana siga el mismo ejemplo.

El amor de madre es una cuestión que está en peligro de extinción si no nos damos la oportunidad de complicarnos la vida, de salir de nuestra zona de confort, de renunciar a pequeños sueños, de dormir poco durante un tiempo, etc. En definitiva: de dejar de hacer lo que nos apetece para participar en una labor más grande que es la continuidad de nuestra especie (desde el punto de vista de la biología).

Pero si miramos desde un punto de vista más trascendental, elegir ser madre, es la oportunidad mayor que nos puede dar la vida para producir AMOR INCONDICIONAL a unas personitas que formarán parte de la vida de otras personas y, con sus relaciones con otros seres humanos, tejerán la tela de la que se nutre nuestra sociedad, desplegando los valores que les hayamos enseñado y repartiendo ese amor al resto de los seres.

Que la profesión de MADRE siga siendo una aspiración a la que quieran llegar las mujeres. ¿Te atreves?

FELIZ DÍA DE LA MADRE

FELIZ DÍA DEL PADRE, PAPÁ, PAPI

 

Hoy celebramos el día del padre y es una de esas fechas especiales que levantan cierto debate por los diferentes comportamientos de los padres y parejas a lo largo de la historia de nuestra sociedad. Debido a esas voces que quieren eliminar los días del padre o de la madre, han surgido en los entornos sociales diferentes argumentos para defender sus posturas que muchas personas hemos rebatido o compartido en redes para seguir generando dicho debate. Aun sabiendo las difíciles situaciones que se puedan vivir y sabiendo la sensibilidad que para ciertas tiene este tema, me gustaría compartir una reflexión sobre el rol del padre actual y su perspectiva en los próximos años.

En primer lugar, mis felicitaciones a esos padres que han dejado una huella imborrable en su descendencia y que han cumplido con un papel defensor, sanador y sostenedor de la familia, transmitiendo la seguridad que necesita en cada momento. Al hombre-padre actual, le toca otro rol algo distinto desde que la mujer ha ido posicionándose en la sociedad bajo su propia identidad, sin depender de la del padre o la del marido, además de insertarse en el mercado laboral que le ha permitido ser más independiente en materia económica.

Todos estos cambios sociales que hemos vivido más intensamente en los últimos 50 o 60 años, han exigido que todas las partes implicadas se adapten a esa evolución sin conseguir un éxito muy elevado. Todavía hay una influencia de nuestros padres y abuelos que no ha hecho posible el cambio deseable y equitativo en los roles de paternidad y maternidad. Por eso me gustaría que pudiéramos entender que, en ocasiones, hasta los hombres que son padres y que quieren hacer bien su función, pueden tener una lucha interna entre seguir siendo el mayor sostenedor de la familia y participar en la crianza de su descendencia. Con esto no estoy justificando a los padres que se escaquean de sus responsabilidades de manera consciente, a los que se excusan fácilmente porque la otra persona “lo va a hacer mejor” o a los violentos. A lo que voy, es que todo cambio requiere de un tiempo de adaptación hasta encontrar el equilibrio; que a la par de esa adaptación, podemos seguir impulsando leyes que permitan conciliar el trabajo con la crianza no sólo a la mujer y, como no, premiando a las empresas que dan permisos por cuidados tanto a un padre como a una madre.

En el entorno empresarial e incluso familiar, todavía se mira mal al hombre que sale de su trabajo para recoger a su infante del colegio cuando lo llaman porque está enfermo; o que lleva a su hija al médico y alguien cuestiona que tenía que haber ido con la madre “que ella se entera mejor de esas cosas”. Creo que todos los miembros de la sociedad participamos de esos juicios de valor y merecemos una buena reflexión de nuestras propias convicciones.

Sólo me queda aportar que, aunque nuestro padre no haya estado presente en nuestro día a día, o haya tenido un “desacertado” papel, que sólo por el hecho de darnos la vida, merece ser honrado por ser portador de nuestra existencia.

¡FELICIDADES, PADRES!

FELIZ DÍA DE LA MUJER A LAS MUJERES…

Cuando celebramos el día internacional de algo, surgen voces en contra por cuestiones comparativas o porque les resulta una injusticia celebrar un tema en concreto y no otros que también son relevantes. Por supuesto, comprendo esas posiciones que se manifiestan en contra de celebrar el día internacional de la mujer porque, de hecho, parece mentira que tengamos que destacar un día al año y recordar la importancia del rol de la mujer a lo largo de nuestra historia para destacarla.

Lo comprendo a la par que me entristece que la celebración de este día sea aún necesaria porque, de alguna manera, demuestra que todavía no hemos llegado a equilibrar la posición de nuestro género en la sociedad actual. Ha pasado más de un siglo de los comienzos de las primeras conmemoraciones a la mujer tanto en Estados Unidos como en Europa, pero la memoria de la historia está todavía tan arraigada en las raíces, que están siendo necesarias muchas décadas para ir cambiando todas las estructuras sociales: nuestra visión interna, nuestras leyes, nuestras familias, etc. Son muchas las sacudidas y rupturas necesarias para dar cabida al nuevo rol que queremos ejercer la mujer hoy en día. Ni siquiera creo que todas queramos jugar el mismo, ya que la propia evolución del entorno social y la tecnología nos están pidiendo cambios rápidos y flexibles para tratar de adaptarnos a las necesidades del momento presente como todo ser viviente. Pero todo esto sucede mientras trabajamos, criamos, estudiamos, amamos, reivindicamos y un largo etc. de exigencias sociales actuales.

Pues sí, todavía es necesaria esa visibilidad para que la mujer alcance el lugar que se merece, sin que se vea sumamente afectada la base de toda sociedad que es la familia (en cualquiera de sus formas) y que, por supuesto, no se entienda que es una lucha de poder contra su compañero de sociedad que es el hombre. Es necesario plantear la igualdad desde el respeto y la admiración mutua, desde el reconocimiento de que cada miembro cumple un papel imprescindible para seguir avanzando como humanidad. Estoy segura de que somos capaces de hacerlo desde una convivencia armónica y consciente de nuestra propia evolución como especie, donde podamos dejar atrás esos roles caducos que correspondían a otros tiempos y que ya no son necesarios.

Ahora se nos abren más opciones de beneficiarnos de la participación de la mujer en otros ámbitos de la sociedad donde tendremos la oportunidad de aportar, como complemento a la forma en que se ha venido haciendo hasta hoy, el valor de nuestra visión y nuestra voz como mujeres. Estas aportaciones seguro que repercutirán de manera positiva y esperamos que se vaya equilibrando y estabilizando de manera justa los roles del hombre y la mujer en todos los aspectos necesarios de nuestra vida.

Que la empresa, la familia, la política y cualquier ámbito de nuestra vida, lleve la semilla del respeto y la igualdad.

FELIZ DÍA DE LA MUJER… A TODAS LAS PERSONAS QUE TIENEN UNA MUJER EN SU VIDA

DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN: ¿EDUCAMOS?

Según la Unesco, la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva, por lo tanto, nos están dejando “la pelota en nuestro tejado”. Cierto es que a día de hoy hay alrededor de 250 millones de infantes y jóvenes sin escolarizar, y muchos millones de personas aún son analfabetas. ¿Creíble? Pues para los habitantes de una sociedad relativamente avanzada, estos datos nos resultan escalofriantes, ya que nos queda algo lejos la ausencia de escuelas y de oportunidades de estudio. Más bien estamos en un momento en el que muchas personas tienen la oportunidad de avanzar en su educación y renuncian a ella por falta de motivación, organización, empuje o cualquiera sabe qué más motivos. En otros países, viendo todas las oportunidades que tenemos en nuestro entorno (por supuesto mejorables) y lo poco que las aprovechamos, nos verían como a un animal que se va de caza teniendo la carne delante de sus narices.

La educación nos hace más iguales

La educación no sólo nos aporta conocimiento, nos refina, nos amplía las posibilidades laborales, sino que además recorta la distancia que hay entre nuestros semejantes: nos acerca a las diferentes clases, nos equilibra la posición de los géneros, nos amplía oportunidades sin distinción de raza. En definitiva, nos hace más iguales a todos los seres humanos.

El lema de este año es “Invertir en las personas, priorizar la educación” y, aunque estamos a años luz de otros países y culturas, me preguntaba qué estamos haciendo cada quien para colaborar en tener un país más “educado”. Así que te invito a reflexionar sobre “qué minutos de este partido nos toca jugar”. ¿Estamos participando en nuestra propia educación? ¿Valoro lo suficientes las oportunidades que tengo para educarme? ¿Empujo a mi entorno para que se eduquen? Y, por otro lado, ¿colaboro con alguien que precise educación? Ahí lo dejo.

Me pareció muy interesante “la responsabilidad colectiva” y, partiendo de esa base, no puedo señalar sólo a las entidades públicas (que tienen mucha responsabilidad en la ausencia de educación, por supuesto), pero me gusta meterme en el fango de la participación social y entender que cada habitante es el engranaje que permite mover esta máquina que puede elevar nuestra sociedad al nivel que merece.

¿Educamos?

La educación puede hacer que nuestra sociedad piense con criterio, coherencia, inteligencia y humildad, permitiendo que podamos crecer al unísono sin importar cuáles fueron nuestras raíces y cuál es nuestra procedencia. Así que te animo a conjugar el verbo educar en todas las formas posibles y participar en cualquier oportunidad de educarte, educar, facilitar la educación, etc. ¿Educamos?

Ana María Oncina Cordón, Directora Esacan

Se nos va nuestro Rayco

Cuando una persona a la que quieres mucho se va de tu vida tras una gran oportunidad, te queda una sensación agridulce en la despedida: feliz porque camina hacia su sueño y triste por la ausencia que deja tras su marcha.

Y esa es nuestra sensación hoy: nuestro querido Rayco, toda una institución en Esacan, parte a una nueva etapa de su vida dejando tras de sí muchas personas que lo quieren y lo echarán bastante en falta.

Foto de Grupo Esacan

Un poco de historia

Fue allá por principios del 2010, con 23 añitos, que se unió al departamento de reparto de publicidad de la escuela de la mano de su amigo Caleb que, con el tiempo, siguió su trayectoria profesional mientras Rayco se quedaba. No éramos muchas personas en ese momento las del equipo de gestión y estábamos pasando por una época de rupturas internas y externas que fuimos lidiando como pudimos. Era un chico discreto, callado, con mirada dulce y servicial que poco a poco fue buscando su lugar y fue creciendo en puesto y responsabilidades. Siguió siendo de esas personas con las que inicialmente cuesta intimar, pero una vez se cuelan en tu vida, permanecen en ti por el resto de los tiempos. Con algunas personas era más expresivo y con otras algo así como una tumba, costaba interpretar lo que tenía en su cabeza, y debo de reconocer que, a fecha de hoy, para más de una, todavía es un misterio.

Pero en 12 años a todos nos da tiempo de madurar, cada quien lo hace por su propia cuenta y, paralelamente, la relación que mantenemos con las personas de nuestro entorno, van experimentando la misma maduración. Lo cierto es que, cuando compartes tantas horas al día, mes tras mes, año tras año, te das cuenta que suma mucho más del que serás capaz de pasar con tu pareja o tus hijos. Por eso no es extraño entender que el sentir de algunos miembros del equipo de trabajo sea que la escuela es lo más parecido a su familia. Y así es como nos sentimos, que se nos va “uno de los nuestros” y deja el nido para volar donde la vida le lleve, quedándonos felices de saber que va a estar bien, muy bien. Va a una gran empresa y con unas personas que le tratarán de la forma profesional y humana que merece. Y si no fuera así, él ya sabe que tiene las puertas abiertas.

Nos dejas muchos recuerdos Rayco

En su ausencia recordaremos las muchas anécdotas que hemos ido acumulando durante todos estos años y las salidas rápidas que tiene con ese “humor punzante” que le caracteriza y que, en más de una ocasión, según se le escapaba… ya se estaba arrepintiendo.

Dinos, Rayco, ¿quién va a responder ahora a las llamadas de socorro de tus compañeras? ¿Quién va a resolver los inconvenientes de última hora? ¿Quién va a transformar un aula teórica en una práctica (o al revés) en pocos minutos? ¿Y quién va saltar de una sede a otra o va a dejar una cosa a mitad para responder otra urgencia o necesidad de cualquiera del equipo? No es por meterle presión a tu sustituto Tomy, ¿o sí? Pero lo más importante, ¿quién va a traer el cafecito mañanero con ese cariño con que lo haces y llevar la comida de un sitio a otro para repartirla entre todo el personal? ¿Quién va a decir que sí a todos los favores (que al día eran muchos) y que hacía que dejaras de lado la lista de tareas diaria que te mandaba la jefa para responder un “vaaaale” a las súplicas con ojitos de “gato con botas” de sus compañeras? ¿Y quién va a servir esas copas con tanto estilo en la fiesta de Navidad? El chico de GLOVO se nos va (je, je) y eso va a traer un poco de hambre a esta empresa (y sed, je, je).

Rayco copas

La vida son etapas y ahora comienza una nueva para ti, para nuestro Rayco, para “Rayco el de Esacan”. Las que hemos estado aquí desde tus inicios, te vimos llegar siendo un muchachito y ahora te vemos partir siendo un hombre más maduro, pero seguirás siendo nuestro Ray. Esta escuela te debe mucho y parte de ti se queda en su esencia, entre sus muros y en nuestros corazones. Gracias por haber compartido todo este tiempo con cada miembro del equipo, seguirán siendo TUS COMPIS POR SIEMPRE.

FELIZ NUEVA VIDA, RAY

Ana María Oncina, Directora Esacan

Feliz Día del Trabajo a esas Madres de Dios

Como cada año celebramos el Día de las Madres por esta parte del mundo y nos reunimos, principalmente, en torno a una mesa, tanto en almuerzos como en meriendas, para festejarlo con ellas y el resto de la familia.
El alimento siempre fue una de las grandes preocupaciones y ocupaciones de las madres de antaño respecto a sus criaturas.

Aunque el padre era quien solía proveer de la parte económica (salvo excepciones incluyendo a viudas), ellas eran las que se ocupaban de elaborar los alimentos en esas cocinas que fueron el símbolo de los encuentros y reuniones familiares más cálidos que se podían compartir.

Madre Cocina VintageLa cocina era el espacio de la casa donde las madres pasaba más tiempo cocinando, de forma artesanal, a fuego lento y con recursos naturales, los sencillos alimentos que ingería toda la familia y cuya elaboración, inundaba los hogares desde vespertinas horas. Aún puedo recordar el olor a café y a pan recién tostado que preparaba la correspondiente madre (o algún que otro padre), y te invitaba a salir de la cama bien tempranito.

Mi madre, mis tías, las madres de mis amigas…todas mujeres entregadas a su familia y visitantes, y en cuyos encuentros en la mesa y con los alimentos preparados, sucedían los momentos que le iban dando forma a nuestra vida. Tuvimos la suerte de compartir preciosos y despreocupados encuentros donde las risas, las historias, los tropiezos y las bromas corrían entre mordiscos y cucharadas.
Mucho ha llovido desde entonces, aunque a penas han pasado 50 años, en la que nuestra querida sociedad ha comprendido (con algún que otro trauma), que trabajo y maternidad es una opción social ya que, la aportación de la energía y la visión de la mujer, está construyendo una sociedad más justa para todos sus habitantes.

Las madres de hoy, envueltas en una sociedad rápida y cambiante, buscamos ese equilibrio entre cuidar de nuestra gente y tener una carrera profesional plena que aporte sentido a nuestra vida, sumada a las opciones que ya teníamos antes que eran marido, descendencia y familia.

MAdre trabajando

Así que, agradecida por la vida que me está tocando vivir, felicito de corazón a las madres que tanto nos cuidaron, a las que hacemos lo que podemos, a las que enseñan a cuidarse sin estar ellas y a las que hacen de madre sin serlo.

Felicidades por aceptar el reto de la maternidad, les deseo una vida llena de amor por sí mismas y por todo lo demás.

Ana María Oncina, Directora Esacan.

EN DEFENSA DEL AMOR VERDADERO

Ante todo, te deseo buen amar

Aprovechando que la mitad de nuestro mundo celebra el día de San Valentín, estuve curioseando en internet para conocer su procedencia, ya que pocas veces nos paramos para comprender qué motivos nos llevan a celebrar algunas de nuestras festividades. Aunque tuve que leer más de una cosa de la antigüedad que hubiese preferido no saber, me sorprendió gratamente conocer que la conmemoración inicial fue debido a las buenas obras realizadas por san Valentín de Roma, relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad.

Precisamente, después de muchos años celebrando el amor como si fuera de uso casi exclusivo en el entorno de las parejas, de poco tiempo para acá ampliamos el espectro y celebramos el amor más general, sin que tenga que relacionarse con formar un pequeño núcleo entre 2 seres humanos. Con esto no digo que no sea importante que exista ese tipo de amor, por supuesto cualquier derivado es totalmente aceptable, a lo que me refiero que nuestra sociedad “no necesita” resaltar el amor en las relaciones de pareja porque quizá no es donde más se puede apreciar el “buen amar”. En repetidas ocasiones este amor viene acompasado de necesidad de ser “completado por otra persona” (la famosa media naranja), de llenar algún vacío con la compañía de otro ser humano, de “tener a alguien” en nuestra vida y muchas otras cosas más, lo que nos lleva a un estado de dependencia emocional o de creencia de posesión que más tarde que pronto la realidad nos demuestra que nunca fue así.

Por eso quiero compartir contigo hoy la celebración del AMOR, ese AMOR escrito en mayúsculas y que abarca mucho más allá de lo que muchas mentes y corazones podemos imaginar. Ese AMOR según San Pablo (más universal que religioso) donde nos dice “si no tengo amor no soy nada”. Y no se refiere a tener a quien amar, sino a albergar ese Amor en nuestro interior, ese que va de dentro hacia fuera sin que tenga que venir de nadie en particular. Ese que te da riqueza como ser humano por ser más capaz de dar que de recibir.

El amor en todas sus formas

Erich Fromm, en su libro “El arte de amar” (muy recomendable), hace una reflexión muy interesante respecto a los diferentes objetos a los que amamos, pero el que más me llama la atención es el que hacer respecto al “amor a sí mismo o a sí misma”, donde indica que “está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro ser”. Lo que nos lleva a empezar la casa por los cimientos invitándonos a revisar nuestra manera de amarnos y a prestarle la atención que merece para poder ofrecer un amor de calidad a cualquier otro ser sintiente: cuanto más me amo, más puedo amar al prójimo.

Así que celebremos, hoy y siempre, el AMOR en todas sus formas y relaciones: padres, madres, hijos, hijas, hermanos, hermanas, amigos, amigas, compañeros, compañeras…Y, como no, animar a que fomentemos el amor maduro entre los seres humanos (en palabras de Erich Fromm): “el amor de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos”.

Te deseo buen amar a ti y a los tuyos. Feliz día del amor.

Ana María Oncina - Directora de Esacan