¿CUÁL ES TU PROPÓSITO?
Cada mes de enero, buena parte de la población se plantea los buenos propósitos del año, con la confianza de poder alcanzarlos y, en otros casos, de instalar en su rutina, un hábito de vida más saludable que el año anterior. Es un buen momento para la reflexión personal, ya que aprovechamos para hacer una revisión en nuestra vida respecto a cómo vivimos, cómo nos comportamos, qué grado de satisfacción tenemos con nuestro cuerpo y qué nos gustaría cambiar para sentirnos mejor. Estas cosas y mucho más.
Enero en un buen mes para comenzar esos propósitos que, una y otra vez, salen a relucir en las conversaciones de familias, amistades, grupos de actividades, alumnado, etc. Las que se escuchan más a menudo son las siguientes:
- Hacer un curso o formarme para cambiar de profesión: la mayoría de nuestro entorno ha integrado que no es necesario estar en edad escolar para aprender algo nuevo. Hemos ampliado las opciones de formación más allá de la jubilación y la posibilidad de cambiar un trabajo poco motivador por el sueño de mi vida, sin importarme la edad que tenga. Estética, Maquillaje, Mantenimiento, Cocina, Quiromasaje, Auxiliar de Veterinaria, Corte de Caballero, Peluquería Canina, etc. formaciones que, no sólo nos permiten acceder al campo laboral, sino que nos dan respuesta a nuestra curiosidad y podemos aplicarlos en nuestro día a día, enriqueciéndonos como seres humanos.
¿Qué curso eliges tú?
- Cuidar nuestra alimentación: estamos descartando las viejas palabras como régimen (que suena muy restrictivo) y dieta (que conlleva privación de algo), para incorporar el cuidado de nuestro organismo. Ya no es importante sólo la parte externa como es el exceso de peso (que lo es), sino que buscamos más calidad en lo que ingerimos, esos famosos nutrientes o “real food” que nos alejan de los procesados para elegir “echarle gasolina” de la buena a la máquina con la que nacimos y nos movemos en el día a día. Nos vamos dando cuenta de que, a expensas de que podamos heredar determinadas tendencias en nuestro cuerpo, al final, cada quien es responsable de su cuidado. Es muy popular eso de que “Somos lo que comemos” y, además, con evidencias científicas.
¿Cómo te alimentas tú?
- Comenzar o retomar el ejercicio: por suerte, aquellas pocas alternativas de hacer alguna actividad en el gimnasio que era mantenimiento, aerobic o la sala de pesas, se han multiplicado y nos dan una gran variedad de opciones para que elijamos aquella que nos motive más y que nos permita tener más continuidad para no abandonarla con la mínima excusa. Crossfit, Paleo, Aquagym, Yoga, Pilates, Spinning, Bodycombat, Bodypump, GAP, escuela de espalda, etc. Incluso, quedar con la vecina para caminar, es una gran opción para realizar ejercicio físico.
¿Qué ejercicio practicas tú?
- Revisiones médicas y cuidados varios: también es un buen momento para planificar las revisiones anuales recomendadas que no se contemplan en el “cuidado de la salud” que nos realiza la empresa (a los que trabajamos, claro) o que insisten los expertos que son básicas para la prevención de posibles enfermedades, por supuesto, necesitando más variedad los que pasamos de la mediana edad: visitas ginecológicas o de urología, prevención de determinados cánceres, higiene dental, revisiones de la vista, etc.
¿A quién necesitas visitar este año?
- Atención a nuestra salud mental: la realización de relajaciones, meditaciones, la práctica del mindfulness, para el bien de nuestra sociedad, se ha popularizado y, gracias a la era digital, accedemos a muchos recursos que podemos llevar a nuestro hogar para potenciar esos momentos de PARAR-RESPIRAR-RELAJAR que tanto necesitamos por causa de nuestras vidas aceleradas. Prestarle atención al momento presente, es un ejercicio de entrenamiento mental tan necesario como el que hago con mi cuerpo.
¿Qué prácticas eliges para cuidar tu mente?
Y para concluir, los expertos dicen que una vida con propósito tiene más sentido que cuando no tienes miras a medio o largo plazo, así que, ¿cuál es el sentido a tu vida?