La maternidad: una profesión en desuso

Según cuentas los expertos, en nuestra “vieja Europa” está descendiendo la natalidad a pasos agigantados. Cada vez nos dan más alertas del peligro que supone la descendencia de los nacimientos y publican estadísticas algo frías de cómo estarán de envejecidos los países en unos 50 años, además de lo que va a repercutir en el pago de las pensiones porque seremos muchos mayores (si llegamos) y más bien pocos jóvenes.

Y digo yo que esto está ocurriendo porque le hemos perdido el cariño a la profesión de ser madre, es una categoría que ha ido reduciendo su valor y no somos del todo consciente del papel que juega en la sociedad.

Yo tengo una teoría: si por cada persona que existe traemos una nueva al mundo, cada pareja tendría 2 hijos y, siguiendo mi teoría, por lo menos aportamos cada quien alguien que pague nuestra propia pensión. Pero los números no cuadran cuando, de repente, alguien decide no tener hijos, ¿verdad? Y no van a entender que como yo hice el esfuerzo de criar, mantener, cuidar y preparar a estas personas para afrontar el mundo, lo que ellos aporten a la sociedad, será para las pensiones de todo aquel que lo requiera en ese momento. Se entiende que necesitamos 2 personas para crear 1 nueva personita (o a veces ni eso), pero justamente cuando tenemos sólo 1 hijo por pareja, pues pasamos a aportar a la sociedad media personita por habitante.

Y para colmo, nos topamos con muchas parejas nuevas que ni siquiera se plantean ser padres, lo cual nos rompe totalmente la estadística y nos vamos alejando de lo que precisa nuestra querida sociedad. Ya no contamos con las personas que han decidido no estar en pareja que nos aleja de ese dato que comentamos anteriormente de que nos hacen falta 2 para crear 1.

¿Qué le pasa a la profesión de ser madre? ¿Está pasando sólo una pequeña crisis o es algo que está en desuso? Yo diría que estamos perdiendo la vocación de entrega total, del espíritu de sacrificio, de la ilusión por crianza, de la confianza en vida, de esa predisposición a cuidar de otro ser humano para que mañana siga el mismo ejemplo.

El amor de madre es una cuestión que está en peligro de extinción si no nos damos la oportunidad de complicarnos la vida, de salir de nuestra zona de confort, de renunciar a pequeños sueños, de dormir poco durante un tiempo, etc. En definitiva: de dejar de hacer lo que nos apetece para participar en una labor más grande que es la continuidad de nuestra especie (desde el punto de vista de la biología).

Pero si miramos desde un punto de vista más trascendental, elegir ser madre, es la oportunidad mayor que nos puede dar la vida para producir AMOR INCONDICIONAL a unas personitas que formarán parte de la vida de otras personas y, con sus relaciones con otros seres humanos, tejerán la tela de la que se nutre nuestra sociedad, desplegando los valores que les hayamos enseñado y repartiendo ese amor al resto de los seres.

Que la profesión de MADRE siga siendo una aspiración a la que quieran llegar las mujeres. ¿Te atreves?

FELIZ DÍA DE LA MADRE