FELICIDADES A ESOS PADRES DE HOY

Nuestra tradición católica europea celebra hoy el día del padre por conmemorarse el día de San José que, según la misma tradición, ni siquiera era el padre de Jesús (recordemos que María quedó encinta “sin conocer varón” por la gracia del Espíritu Santo). Por lo tanto, y ateniéndonos a los hechos expuestos, hace referencia a ese “padre adoptivo”, carpintero de profesión, que humildemente crio y educó al mayor maestro que hemos tenido en los últimos 2000 años, Jesús de Nazaret, sin ser hijo propio.

Así que quién iba a decir que hoy por hoy, muy lejos de esa sociedad tradicional de Israel, donde imperaba las familias biológicas (madre, padre e hijos), estaríamos celebrando los últimos 100 años (o eso dice la Wikipedia), el día del padre resaltando la figura de San José que precisamente no era su padre “de sangre”. ¿No les resulta curioso?

Parece un augurio de lo que serían las familias actuales que estamos más cerca de un prototipo familiar donde el padre biológico no es únicamente el protagonista, sino esa figura paterna que todo ser humano necesitamos para tener un referente masculino en nuestra vida y desarrollarnos plenamente. Hoy le damos visibilidad a la figura del hombre en todas sus formas, esa imagen que precisamente no está de moda por el comportamiento de unos pocos, por la agresividad de otros tantos, por la falta de respeto a la intimidad de otros y por la carencia de educación emocional que tiene nuestra sociedad.

Un homenaje a los padres que son

Hija de un padre que no supo hacerlo mejor, madre de dos varones y desde mi perspectiva feminista y humana, hoy quiero rendir homenaje a todos los hombres que nos trajeron al mundo:

–  a los que con valentía eligieron la paternidad y la asumieron desde el primer día y hasta el final

– a los que de entrada no estaban preparados y huyeron pero que con el tiempo volvieron voluntariamente (o incluso de forma forzada) y cogieron las riendas

– a los que quisieron ser padres pero la naturaleza no tenía ese plan para ellos y lo fueron con los hijos de otros hombres

– a los que la vida les enseñó a ser padres con los hijos de su pareja y además le añadió hijos propios

– a los que quisieron ser padres biológicos pero su elección de pareja no lo hizo posible y desplegaron todo su amor en su mascota

– a los padres amorosos que por causa de conflicto con sus exparejas no han podido o están pudiendo ejercer su papel

– a los padres que con poca conciencia y aportando bien poco al mantenimiento de sus hijos, una mujer tolera que siga disfrutando de ser padre

A todos ellos y a muchos más que, debido a las carencias de una sociedad algo lejos de la perfección, no ha podido mediar en todas las situaciones existentes ni llegar a todos los particulares donde la paternidad se debería desplegar de forma sana y continuada o donde se tendría que cortar a tiempo ese cordón para no dejar más heridas en los hogares.

Ojalá las mujeres y los hombres seamos más conscientes de la importancia en la figura paterna en nuestra educación y que la ley pueda llegar donde la conciencia de algunos humanos no alcance. Y que la educación emocional se acerque a las aulas y a los hogares donde ha habido carencia de afecto y amor para que se corte esa cadena que eterniza la ausencia de algunos roles en la familia.

Deseo a todos los hombres incluyendo a mis hijos que sean bendecidos con la experiencia de la paternidad. Felicidades padres!!

Ana María Oncina Cordón - Directora Esacan

A ti mujer, a nosotras mujeres

Es muy tentador pararme a escribir sobre la celebración del Día Internacional de la Mujer a pesar de que me cuesta llegar a lo mucho que me ocupa estos días el trabajo, la formación y el estudio.

En primer lugar, felicidades a todas las mujeres en este día en que se visibiliza nuestro papel en la sociedad y, en especial, a las que lucharon en tiempos más difíciles que los actuales para que se reconociera nuestro trabajo, se oyera nuestra voz y se dignificara nuestro papel. Las mujeres actuales tenemos mucha suerte del momento social en que nos ha tocado vivir: disponemos de más libertad, más autonomía, más voz y más reconocimiento que nuestras propias madres y abuelas. Nuestras predecesoras dieron los pasos oportunos y valientes para que se diera la situación actual que vivimos por lo que siempre me sentiré en deuda con ellas además de agradecida.

Me consta que todo lo que se sembró no brotó como se merecía. Las rupturas sociales tienen tras de sí no sólo lo que se tuvo en cuenta, se ganó o significó un gran avance, sino todo aquello que se esconde por haber quedado ensombrecido: luchas que se abortaron, voces que se acallaron, sueños que se frustraron, vidas que se sacrificaron, etc. A todas ellas…GRACIAS. Y también gracias a aquellos hombres que, rompiendo con las normas sociales y creencias del momento y acompañaron en su lucha a estas mujeres como padres, hermanos, esposos, amigos, etc.

Gracias por la fuerza, la energía, el impulso, el trabajo, la pasión, el amor, la dedicación, la entrega, el sacrificio…Nuestra generación tiene un poquito de cada una de las mujeres que nos antecedieron, su espíritu forma parte de nosotras y funciona como un motor que nos mueve a comprometernos con las próximas generaciones de las que también formaremos parte. Hemos avanzado bastante (gracias a ellas) y aún nos queda mucho por hacer y eso ya depende de nosotras.

¿Qué podemos hacer cada una a favor de las próximas generaciones de mujeres?

Hasta el gesto más simple puede cambiar el destino de una mujer, empecemos HOY:

  • Como madre, educando a la mujer en igualdad y autoestima
  • Como hermana, avivando la mejora personal sin competencia
  • Como educadora, descubriendo las potencialidades que se esconden
  • Como amiga, resaltando los valores personales
  • Como competencia, reconociendo sus fortalezas
  • Como compañeras, destacando sus variadas habilidades
  • Como pareja, amándola profundamente como mujer
  • Como jefa, motivándola y reconociendo su valor
  • Como funcionaria, trabajando para sus necesidades
  • Como política, sirviéndola como se merece

Esto es una llamada a toda mujer. Reconocernos como ser humano con todos nuestros valores no es solo cosa de política social ni está en manos de unos pocos, es nuestra responsabilidad. El cambio lo hacemos todas así que te lanzo el reto A TI MUJER, ¿qué estás dispuesta a hacer en tu entorno cercano para que la mujer esté posicionada donde se merece?

Ana María Oncina
Directora ESACAN